La impotencia me consume, tus
palabras vacías calan en mi alma y yo no puedo hacer nada, sinceramente me siento
solitaria, sin nadie que pueda comprender como me siento en realidad. No dices
nada y eso me frustra, quisiera que al menos te colocaras en mi lugar por un
momento; no siento amor, porque has destruido lo que una vez sentí por ti,
simplemente me decepcionaste y he aquí la razón de estas líneas vacías. Una vez
que me tenias por el cielo con tu amor, me bajaste sin más; esos días en los
que no nos dirigimos la palabra pensé muy bien, sintiendo que todo había
acabado, que ya no era la misma, que sencillamente me desilusioné de este amor
que me había hecho creer, y siempre querer más. La incógnita que siempre tengo
presente es: ¿Por qué me pasa todas las decepciones a mí?, una pregunta a la
que no le tendré respuesta hasta que alguien sea el indicado para mi, o por lo
menos cuando esté totalmente feliz.
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