En algún momento de nuestras vidas tomamos decisiones sean
para bien o para mal, y no sé en qué momento elegí que no lo quería más en mi
vida; lo cierto es que pensaba en él en distintas ocasiones, a veces unas más
que otras pero lo extrañaba de alguna manera y sé que estaba mal. El
simplemente hacía como si no hubiese pasado nunca por su vida y no lo culpo
¿quién querría volver con la persona que le hizo daño alguna vez? Lo que no sabe
es cuánto me dolía su ausencia, pero sé que solo yo tuve la elección de mi
destino. Lo mío fue aceptarlo todo porque lo quería y quizá ese fue mi error, me
cansé de esperar o solo fue mi egoísmo echándolo todo a perder; se dice que
cuando quieres a una persona no dudarás de ese amor que sientes pero a mí me
hacía dudar algunas veces por ende no creo que lo quisiera lo suficiente para
estar con él y ahora me duele más que nunca que no esté conmigo en estos
momentos de soledad. No sé si fue cobardía, solo no quise entenderlo por solo
pensar en mí, en lo que solo yo quería no deteniéndome a pensar en lo que él
podía sentir. Cuando estás tristes te toca escuchar canciones de esas que te
hacen llorar porque sientes que las letras describen tan perfectamente  tu dolor, y eso de alguna manera ayuda a desahogarse
que aunque no te sientas del todo bien, sirve para sacar un poco de todo lo que
llevas dentro. 
Después de dos largos meses en los que me ha tocado hablar con
otras personas para no pensar en él e ir corriendo; literalmente, a escribirle
ha sido duro ya que no todos me comprenden de esa manera que lo hacía él y
terminé escribiéndole, no sé si hice bien pero aunque le dije lo que sentía en
ese momento su respuesta no fue satisfactoria y las pocas esperanzas que tenía
quedaron en esa conversación. ¿Cómo puede seguir la vida sin mí? Sé que no soy
la persona más importante o indispensable para él, pero tenía la leve esperanza
de que me buscaría a pesar de lo que decidí por los dos; que me diría que
aunque poco aun me quiere y que intentáramos de nuevo lo que teníamos para ver
cómo nos salía pero siempre terminamos soñando de más, cayendo en una fantasía
pero la mayoría del tiempo hay algo o alguien que te hace volver a la realidad,
como un balde de agua fría cuando menos te lo esperas…