sábado, 27 de mayo de 2017

He vuelto...

Ha pasado mucho tiempo desde que escribí, estos últimos meses he cambiado; ser fría y dura con las personas se ha vuelto una de mis rutinas favoritas. Entrar a esa parte de mi vida que se llama madurez me ha vuelto así, nadie puede dañarme o de ello me hago la idea. No hay día en que no piense como había siempre anhelado ser tan fuerte como ahora; cometiendo errores, dejando que otras personas me vieran debilitada y dando espacio a que entraran como quisieran en mi corazón. Lo bueno de ser de esta manera es que puedes ver como la gente se rinde a tus pies por un poco de atención; algo que yo solía hacer, pero no más. No soy tan cruel, sigo siendo la misma chica cursi y noble, pero esta vez con una armadura que solo la persona correcta puede sacar. Ahora logro pensar con claridad, tomando mi tiempo y sabiendo esperar; esto se lo debo a alguien que es el chico que puede sacarme de esa armadura fuerte que me resguarda. Aunque no pensaba hablar de él en esto, pero es lo principal que está en mi mente; es ese alguien que vive y se alimenta de mis pensamientos día y noche. Soy una de esas personas que creen en los verdaderos cambios, que siempre llegan en los momentos justos y hasta con las personas adecuadas para dar vuelco a esos pensamientos turbios que tenemos que ir dejando pasar. 

Me he alejado de lo que me apasiona; que es escribir, pero tanto cambio me ha dejado sin la fluidez con que suelo expresarme, no me gusta dejar de hacer lo que me gusta, pero intentaré ir escribiendo lo que realmente me abruma o me hace feliz más seguido. Quizás este pequeño resumen de como he cambiado no es algo que realmente suelo escribir, quizá no llame la atención como quiero pero estoy conforme con las personas que leen lo que siento o pienso. No me queda más que decir o relatar, solo que he vuelto...

martes, 14 de febrero de 2017

Día 1: Un pequeño beso.

Un mar de nerviosismo y timidez inunda mi cuerpo, tenerte tan cerca hace que mi corazón se acelere a un ritmo que yo misma no puedo controlar. Me miras y mi mundo parece dar un vuelco de felicidad, estaré demente; pero no digo más que la verdad. No tenía ni la menor idea de que me comenzarías a gustar pero todo puede pasar, y pues amo que este pasando en este momento; es inevitable sentir miedo y a pesar de que me pongas nerviosa con esa mirada tuya me siento bien a tu lado, como si fueras un complemento más en mi vida. Sentir tus labios contra los míos por pocos segundos si que me hizo llegar al 100, y sellarlo con una mordida fue una gran satisfacción para mi.

Mis labios algo fríos entraron en contacto con la piel de tu mejilla primeramente, y si que me encantó, pensaba en besarte más pero no diste tiempo, aunque me sentí un poco decepcionada en ese momento, hiciste que cambiara de parecer cuando me miraste directamente a los ojos y me hiciste sonreír; amé ese momento y lo tendré presente día a día si es posible ello. Joder, me gustas y haces que escriba todas estas cursilerías por ti, aunque a ti te parezca algo loco en estos momentos, con ese pequeño beso hiciste que mi día fuera simplemente perfecto.